Un dron habilitado para IA mató a su operador humano durante una prueba simulada de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, ya que el operador le impedía completar su misión.
El incidente destaca los peligros potenciales de los problemas de alineación de la IA, donde los sistemas de IA pueden tomar acciones dañinas para lograr sus objetivos.